Saludos amigos lectores, hoy se conmemora el nacimiento de un ícono del cine mexicano, hablo de Rodolfo Guzmán Huerta, mejor conocido como El Santo. Nacido en el estado de Hidalgo, pronto en su infancia se muda a al D.F. junto a sus padres donde inicia a practicar Jiu-Jitsu y luego lucha greco romana. En el 1942 inicia en la lucha libre como El Santo después de haber probado con diferentes nombres que no le favorecieron. Su personaje se convirtió en una especie de héroe nacional que combatía las injusticias sociales que eran tan común en el pueblo mexicano.
José Guadalupe Cruz, artista y editor de historietas, inicia las publicaciones de los comics Santo, el Enmascarado de Plata. El éxito fue rotundo, y pronto otros luchadores tuvieron sus historietas al igual que el Santo. En el 1958 el actor y luchador Fernando Osés, invitó a el Santo a participar en dos películas que fueron rodada en La Habana, Cuba, poco antes de la entrada de Fidel Castro y su revolución. Los filmes, como todos los que protagonizó el Santo, fueron de bajo presupuesto y el guión absurdo por demás. El Santo se enfrentó a Drácula, Frankenstein(el monstruo, no el doctor), momias, vampiros, zombie etc. Sus películas eran habituales en los matinée de los cines dominicanos, el lleno era seguro. Recuerdo como me emocionaba con su destreza dentro y fuera del ring, verlo lleva la capa plateada era alucinante, su máscara era el símbolo de la justicia y el honor, por él todos quisimos ser luchadores, y muchos por su influencia, nos hicimos fan de Jack Veneno.
En el 1984 se apagó su estrella, pero nunca fue olvidado, hoy estuviera cumpliendo 99 años si la muerte no nos lo hubiese arrancado de cuajo, pero sabemos que su legado perdurará por siglos, es que era simplemente extraordinario.