Director: Alex Garland y Ray Mendoza
Guión: Alex Garland y Ray Mendoza
Elenco: D’Pharaoh Woon-A-Tai, Will Poulter, Aaron McKenzie, Cosmos Jarvis, Joseph Quinn, Finn Bennett, Alex Bockdroff.
Saludos amigos cinéfilos, he demorado escribir este post con la esperanza de que llegara la película a los cines de Dominicana, tal parece que no va, y es una pena, bueno, aquí les dejo mi comentario…
El guión: Estamos en el año 2006, durante la guerra en Irak. Un grupo de soldados norteamericanos son enviados a ocupar una casa desde donde van a intentar eliminar un objetivo. Llegan y notan que algo raro se cuece en el vecindario, movimiento de personas extrañas, aire viciado, y una desolación en las calles que es propio de quien sabe que algo va a pasar en lo inmediato.
La trama no es tan profunda como yo hubiese deseado, pero nos cuentan un hecho desde diferentes puntos de vistas. No se preocuparon mucho por ahondar en el conflicto, nunca sabremos a quién querían eliminar y el porqué, realmente no es lo que importa.
Tampoco conoceremos muy bien a los protagonistas, apenas sus nombres pero será suficiente para sufrir con ellos en carne propia el tiempo que permancen encerrados y siendo atacados por todos lados de forma despiadada. Con poca información logran meternos de lleno en una trama que sólo habla de dolor y desesperación, llegando al punto que nos vamos a creer que de un momento a otro seremos herido o algo peor. 2 de 3
Las actuaciones: Creíble en cada uno de los protagonistas, su entrenamiento fue superior y se nota en cada escena. Es curioso como se van relevando los actores en el rol principal, y es que usaron este recurso para contarnos, sin necesidad de avisarnos, la versión de los hechos de cada uno de los soldados que participaron en el enfrentamiento.
No son actuaciones que veremos ganando nominaciones a premios, pero sí son intensa desde el minuto uno hasta el final. 2 de 3
La dirección: Ray Mendoza, veterano de guerra, y Alex Garland se unen para narrar en parte lo vivido por Mendoza en la tristemente célebre Batalla de Ramadi.
Lo mejor del film es el sonido, tanto la edición como los efectos. Hay una escena que me puso los pelos de punta, y es cuando D’Pharaoh Woon-A-Tai, que interpreta al propio Mendoza, está recibiendo información desde diferentes puntos por sus auriculares, los disparos zumbando, explosiones, y tantas voces al unísono diciendo lo que tiene que hacer que estuve a punto de gritar a la pantalla y pedirle que se quitara el aparato y que las voces dejaran de taladrar mi cerebro. Eso es cine!.
Una excelente ambientación, y las escenas de acción son de primer nivel.
Es tanta la carga dramática que al momento de escapar nos obliga a poner en duda si lo haríamos de la forma que les tocó, o era mejor esperar por un segundo transporte. 3 de 3
Lo que pienso: Me encantó, 1 hora y 35 minutos se me hicieron corto, quería más. Claro que le otorgo el punto que me reservo.
Calificación: 8 de 10